Susana Cruz, una apasionada jugadora de tenis, empezó a experimentar los síntomas de la artrosis de cadera en 2013, a la edad de 52 años.
A pesar de la constante incomodidad y dolor, continuó jugando hasta que un incidente durante un partido la llevó a colapsar de dolor.
Los diagnósticos médicos confirmaron una artrosis severa en la cadera izquierda, y le propusieron la única solución posible: una prótesis de cadera. La perspectiva de perder su adorada pasión por el tenis la llevó a una terrible depresión.
Motivada por el recuerdo de una amiga que controlaba su enfermedad de Crohn mediante la dieta, Susana decidió investigar la conexión entre la dieta y la enfermedad.
Optó por eliminar los productos lácteos de su alimentación y después de tres meses, notó una mejora significativa en su cadera.
Profundizando en su investigación, encontró un libro que presentaba un método para curar la artrosis por completo, a través de cambios dietéticos y un tratamiento natural.
Excitada por la posibilidad de evitar la cirugía, Susana siguió el método a rajatabla. Su salud mejoró en general, no solo en su cadera. Sin embargo, un relajamiento temporal en su dieta provocó un retroceso, llevándola a un fuerte dolor de cadera otra vez.
Con el apoyo de su familia, Susana retomó el método, comprometiéndose a no terminarlo hasta que su cadera se recuperara al 100%.
Y así fue, para 2016, Susana estaba completamente curada de la artrosis. Había recuperado su vida, su salud y su capacidad para jugar al tenis.
Susana Cruz, en poco más de dos años, logró lo que parecía imposible, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y autodeterminación, y una fuente de inspiración para aquellos que luchan contra la artrosis.