Home » ¿Es Posible Curar la Artritis de Forma Totalmente Natural y Para Siempre?

¿Es Posible Curar la Artritis de Forma Totalmente Natural y Para Siempre?

Estoy a punto de contarte una historia verdadera. Si me crees serás muy bien recompensado o recompensada. Si no me crees… haré que valga la pena tu tiempo para que cambies de parecer. Permíteme explicarte…

La doctora se río en mi cara.

¡No hay ninguna cura para la artritis!, dijo ella mientras reía.

Yo estaba en el hospital. Ese martes estaba allí porque tenía uno de mis tobillos muy inflamados.

Había empezado a inflamarse unos meses atrás.

Pero yo soy una de esas personas que no les gusta ir al médico. Solo cuando se están muriendo.

Quizás a ti te ha sucedido lo mismo.

En ese entonces no me estaba muriendo… pero ya no aguantaba más el dolor en mis articulaciones.

Me costaba mucho caminar y parecía que alguien me hubiese serruchado el tobillo izquierdo.

Imagina el dolor que podría estar sintiendo en ese momento.

Yo pensé que el problema quizás se debía a que pisé mal con el pie o algo por el estilo.

Pero cuando me hice los estudios, estos mostraron otra cosa.

Cuando la doctora me dijo que tenía artritis, estaba devastado

Seguramente tú entiendes bien lo que se siente cuando te enteras de una noticia como esa.

Sabía lo que esta enfermedad podía hacer, porque lo veía con mis propios ojos en una amiga de mi esposa.

¿Estás segura que no hay algún error?, le pregunto a la doctora.

No hay ningún error, me responde señalando los estudios. La articulación del tobillo está muy inflamada por la artritis. Me resulta extraño que haya venido recién ahora por su problema.

Es en ese momento cuando le pregunto si es posible curar la artritis y ella se ríe a carcajadas.

¿Pero cómo desinflamo el tobillo?

Simplemente debe tomar unos remedios y podrá controlar la enfermedad, me responde ella.

¿Y una vez que la inflamación desapareció puedo dejar los medicamentos?

La doctora me sonríe y me dice: No, los remedios son de por vida. La artritis dura toda la vida.

En ese momento siento que el mundo se me está viniendo abajo

Yo toda mi vida me rehusé a tomar remedios.

Seguro ya sabes la fama que tienen los remedios. Son buenos para una cosa, pero terminan perjudicando otras partes del cuerpo.

En ese momento recuerdo las palabras de la amiga de Susana, mi esposa: Estoy hasta de estas medicinas. Te matan el estómago y el dolor en las articulaciones no desaparece.

Perdido en mis pensamientos, escucho que la doctora me dice: Tiene una artritis avanzada. Es recomendable que empiece cuanto antes con los remedios.

Estoy sintiendo unas molestias en mis manos hace una semana. ¿También es por la artritis?

Es probable. La artritis afecta a varias articulaciones, me responde.

Tiene que haber una forma de curar esto. No puede ser que no exista una cura con todos los avances que hay, le digo enojado.

Créame. No existe cura, insiste ella. Las mentes más brillantes de la medicina han estudiado la artritis por décadas y no han encontrado una cura. Si lo hubiesen hecho, serían famosos y ricos.

En ese momento me levanto de la silla y me dirijo hacia la puerta de salida.

¿A dónde va?, pregunta ella.

A buscar una cura para esto, le respondo.

Cuando salgo del hospital, me voy para mi casa. Y cuando llego, lo primero que hago es investigar en internet.

Me encuentro con muchos sitios sobre la artritis y leo todo lo que encuentro sobre remedios naturales para las articulaciones, remedios caseros, etc, etc, etc.

Me quedo leyendo hasta la noche tarde solo para encontrarme con un gran disgusto.

En todos los sitios leí lo que la doctora en el hospital me dijo: la artritis es incurable y solo puede ser tratada con drogas.

Quizás tú también hayas pasado por lo mismo. Has intentado buscar alguna solución… pero el panorama es tan desalentador como un paisaje desértico.

Durante los próximos días, el dolor se vuelve mucho peor y la molestia que sentía días atrás en las articulaciones de las manos se convierte en dolor.

Mi salud estaba deteriorándose bastante rápido.

Y para mi desgracia, empiezo a sentir en mi codo derecho la misma molestia que sentía días atrás en mis manos.

Entonces decido volver al hospital por una segunda opinión.

Por suerte… no me encuentro con la doctora «alegre» que se reía de mi desgracia.

El segundo diagnóstico es mucho peor. La artritis está atacando rápidamente mis manos y el codo derecho.

El doctor me dice que si no empiezo con los remedios, podría terminar postrado en la cama.

A pesar de mi resistencia a los medicamentos, este segundo doctor me aterroriza con su diagnóstico. Así que decido comenzar con un tratamiento.

Lo remedios que empiezo a tomar son metotrexato y prednisona. Pero estas drogas no eliminan el dolor completamente.

En ese momento siento que mi vida está reducida y me siento un inútil

Los fines de semana yo siempre me reunía con mis amigos para jugar al ténis.

Era el único pasatiempo que tenía. Pero la artritis me lo acababa de arrebatar y convirtió mi vida en aburrida y desgraciada.

No sé si es porque yo jamás en mi vida había tomado remedios, pero a las dos semanas empiezo a sentir molestias en mi estómago o hígado.

Los medicamentos estaban afectando mi salud.

Entonces dejo de tomar las drogas por las molestias estomacales. Pero rápidamente el dolor fuerte vuelve y debo tomar nuevamente los remedios.

Parece que tengo que vivir toda mi vida tomando estas drogas, me digo a mí mismo. Y lo peor de todo es que los síntomas no desaparecen por completo.

Y así es como entro en una depresión terrible.

Uno de esos días, me encierro en el baño, tomo un trapo y lo aprieto fuerte con los dientes para poder llorar sin que Susana me oiga.

Simplemente no quiero que ella se de cuenta de mi sufrimiento.

Y mientras lloro, hago lo que muchas personas hacen cuando se ven obligadas a enfrentar momentos muy difíciles en la vida: rezo y le pido ayuda a Dios.

Esa misma noche – mientras intento dormir a pesar del dolor que sentía – me doy cuenta que debo buscar una solución a mi problema.

No puede ser que la artritis solo pueda ser tratada con remedios que destruyen nuestro cuerpo. Debe haber algo más allí afuera.

Entonces vuelvo a investigar en libros o en internet sobre una posible cura para la artritis. Primero voy a la biblioteca y leo muchos libros sobre el tema.

Pero todos están escritos por médicos. Y ellos creen firmemente que la artritis no puede curarse. Es imposible encontrar algo que me ayude en ese tipo de libros.

Así que decido buscar en internet en mi propia casa. Ingreso a la página de Google, como lo hace toda persona que quiere buscar algo.

Allí busco por casi tres horas. Y lo único que encuentro son páginas con remedios caseros para la artritis. Pero esos remedios caseros solo tratan los síntomas. No curan.

Estoy a punto de abandonar mi búsqueda. Hasta que en los últimos resultados de Google encuentro una página.

Allí veo un libro que asegura curar la artritis con un tratamiento natural. Y dice que el 80% del tratamiento consiste en una dieta.

Nada de remedios naturales o caseros. Solo una dieta.

Realmente necesitaba algo que me aliviara o que me sane. Así que decidí adquirir el libro.

Allí descubro cosas muy interesantes. El autor de este libro describe a la artritis como una enfermedad que surge debido a dos principales razones:

  1. La contaminación de los alimentos y del ambiente que nos rodea
  2. Y la falta de nutrientes que el cuerpo no adquiere porque no comemos «verdaderos» alimentos.

Estas dos causas provocan que nuestro cuerpo no pueda desempeñar sus funciones básicas, con lo cual empieza a enfermar.

Así nuestro sistema musculo-esquelético se deteriora. Y surgen las enfermedades que afectan a este sistema:

  • artritis
  • osteoartritis (artrosis)
  • fibromialgia
  • y otras más.

El autor provee gran cantidad de documentación y casos de estudio para afirmar lo anterior. Y yo le creo.

Si te pones a pensar, esto último es totalmente contradictorio con lo que la medicina tradicional afirma. Es totalmente contradictorio con lo que los doctores nos dicen.

Nunca me imaginé que la respuesta pudiese estar en nuestra misma mesa: en la alimentación. Y no en los remedios.

Después de leer el libro completo, empiezo con mi dieta.

Algo muy importante que dice el libro es que la dieta NO es para siempre. Solo hasta estar completamente curados.

Lo importante de este tratamiento es que realmente funciona.

Al cabo de una semana, el dolor que siento en mis manos y en mi codo derecho desaparece.

Pero el dolor en el tobillo izquierdo sigue todavía allí atormentándome.

Solo desaparecen cuando cumplo 20 días con el tratamiento. Pero eso no significa que ya esté curado. Debía seguir con el tratamiento un tiempo más hasta que mi cuerpo se recuperara completamente.

Así, en unos 3 meses mi movilidad se incrementa, haciéndome sentir más joven.

Yo (Julio) con mi mujer.

Mi humor mejora muchísimo, como puedes ver en la foto de arriba en la que estoy con Susana.

Me siento feliz y mi ánimo aumenta.

Hasta tengo ganas de hacer muchas cosas. Y una de esas cosas que empiezo a hacer es volver a jugar al tenis con mis amigos.

Después de eso, le pido a un médico amigo que no veo hace tiempo si me puede ayudar para hacerme los estudios.

Cuando me los hago, los estudios no muestran ni un solo rastro de artritis.

Obviamente mi amigo médico jamás me creyó que yo haya tenido artritis.

Mi vida después de haber sanado cambió mucho y empecé a ver la vida de otra manera.

El dolor y la agonía ahora son cosas del pasado.

Nunca pensé sentir tanta felicidad y no hay nada mejor que conseguir la gloria a base de esfuerzo.

Todos los días agradezco a Dios por haberme ayudado a sanar.

Le agradezco por poder abrazar y jugar nuevamente con mis nietos. La artritis me los había arrebatado. Pero gracias a este tratamiento natural pude recuperarlos.

Otra de las cosas que agradezco es poder jugar al tenis otra vez y disfrutar de la compañía de mis buenos amigos.

Todos los días me levanto con buen humor.

Y levantarme en la mañanas ya no es un desafío como antes.

Ahora puedo caminar y andar en bicicleta con Susana sin problemas. Soy libre de los remedios que me destruían por dentro. Y nunca más volveré a tomarlos.

Antes de la artritis tenía buena memoria. Pero cuando empecé con los remedios mi memoria empezó a fallar y se me hacía difícil recordar cosas simples.

Ahora mi memoria mejoró muchísimo y está como la de un joven de 20 años.

Un resultado extra de haber seguido este tratamiento es que ahora parezco más joven. Muchas personas que no veía hace tiempo se quedaron sorprendidas con mi nueva apariencia.

Y estoy 100% seguro que cualquier persona puede lograrlo si sigue los mismos pasos del libro.

No importa qué tan mala sea tu artritis. Si realmente quieres vivir sano y feliz por el resto de tu vida, este libro te servirá y podrás curar la artritis para siempre.

Yo no soy muy diferente a ti. Si yo pude lograrlo, cualquier persona puede… inclusive tú.

Si te gustaría obtener el mismo libro que me ayudó a curar la artritis sin medicamentos…

Haz clic aquí para tenerlo y empezar a ponerlo en práctica ya mismo

click-300x75

Un fuerte abrazo y te deseo muchos éxitos,

Julio Ruso