Estoy a punto de contarte una historia verdadera. Si me crees serás muy bien recompensado. Si no me crees… haré que valga la pena tu tiempo para que cambies de parecer. Permíteme explicarte.
Si empiezas a seguir el mismo sistema que yo usé para curar mi eyaculación precoz… notarás cómo en pocos días pasas de durar pocos minutos en la cama a 30 largos minutos.
Mi nombre es Ariel Vega. Estoy casado con una mujer hermosa. Y fui un eyaculador precoz por 3 largos años.
Nunca había tenido ese problema al tener relaciones con una mujer. Todo empezó hace 3 años y desde entonces no había forma de controlarlo.
A partir de entonces mi matrimonio se volvió un INFIERNO. Y estuvo por derrumbarse por culpa de mi problema en la cama.
Cuando tenía relaciones con mi esposa… sólo podía durar menos de 5 minutos. Inclusive muchas veces menos de un minuto.
Intentaba calmarme y detener el acto sexual por unos segundos para después retomarlo. Pero no aguantaba nada y eyaculaba ahí mismo.
Yo quería mejorar porque realmente me sentía fatal. Quería satisfacer a mi esposa pero no podía. Y no poder satisfacerla me ponía depresivo.
Habíamos intentado cambiar las posiciones. Pero fue inútil. Pensé que si ella estaba arriba mío iba a ser mejor.
Pero esa posición me excitaba demasiado y resultaba peor. Por culpa de la eyaculación precoz no disfrutaba del sexo. Y muchas veces quise evitar tener relaciones por miedo a fracasar y ser poco hombre para mi esposa.
Estaba frustrado. Deprimido. Amargado. No me alcanzan los adjetivos para describir cómo me sentía.
Sentí que ella empezó a alejarse un poco de mí porque no podía satisfacerla. Estaba insatisfecha con la relación.
Ella no entendía mi problema y eso me hacía sentir aún peor: infeliz, inseguro y con baja autoestima. Esa situación generaba que antes del acto sexual ya estuviera nervioso por temor a hacer el ridículo.
Mi matrimonio se estaba deteriorando tanto que pensaba que ella me dejaría por otro. Sin embargo… yo la seguía queriendo.
A pesar de la vergüenza que sentía por no poder satisfacerla en la cama, intentaba que ella también llegue al orgasmo haciéndole sexo oral. Pero no era lo mismo.
Necesitaba salvar mi matrimonio y no quería perder a mis hijos, a quienes quiero mucho y vivo para ellos. De repente… un día pasó algo tan horrible en mi matrimonio… que lo cambió para siempre. Pero de forma POSITIVA.
Ese día comenzaría mi viaje en el que pasé de ser un eyaculador precoz a un amante que podía durar 30 minutos en la cama sin parar…
Y para dar el máximo placer a su pareja.
Ese día del cual te estoy hablando no cambió nada en mis relaciones sexuales. Fue el momento terrible que viví lo que me hizo cambiar para siempre.
Para no hacer la historia muy larga… ese día tuve relaciones sexuales con Karen: mi esposa.
Ella estaba más sexy que nunca. Llevaba un minivestido que le dejaba ver sus piernas y su pecho superior. Es decir, parte de sus senos.
La siguiente imagen NO es de mi esposa. Pero quiero que tengas una idea de lo que estoy hablando:
(Aunque mi esposa no tiene senos tan grandes 🙂)
En fin… Karen tiene 31 años. Tiene cabello color negro y largo, peinado hacia el costado. Sus ojos verdes e intensos la hacen parecer más joven de lo que es. Y esa noche ella estaba bastante excitada.
Eso me excitó mucho más y estaba por “explotar”. Todo eso me provocó por primera vez que eyaculara antes de penetrarla.
Jamás me había pasado eso. Y tuve que terminar el acto sexual allí mismo. Debido al estrés, la erección no volvió.
Mi esposa me preguntó indignada (y también enojada): “¿Ya terminaste?”
Fue una de las peores frases que pude haber escuchado de parte de ella. Aunque hubo otra cosa más.
Al día siguiente, estábamos discutiendo por un problema con las cuentas a pagar. Ella estaba muy molesta. Y en medio de la discusión me recriminó lo de la noche anterior. Era la primera vez que me reclamaba mi mala actuación en la cama y por no satisfacerla.
A la noche cuando estaba durmiendo… medité un largo tiempo lo sucedido. Y me di cuenta que debía hacer algo cuanto antes. O sino la iba a perder para siempre.
No sé si estaba paranoico en ese entonces. Pero yo sentía que si no cambiaba mi situación…
Me iba a pedir el divorcio y se iría con otro hombre: alguien que pudiera satisfacerla como se merece
El sexo no es todo en la vida. Pero creo que en un matrimonio es importante mantener la llama viva para que la relación no se termine. Y esa llama se estaba apagando. Esa noche decidí solucionar mi problema cueste lo que cueste.
Encontraría la forma de durar 30 minutos en la cama haciendo el amor. Pero no solamente una noche. Sino todas las noches que tuviera sexo con ella.
Iba a encontrar la forma de controlar mi excitación para que ella misma llegue al orgasmo y lo disfrute. Porque eso mismo es el significado del sexo: las dos personas involucradas deberían poder disfrutar.
Decidí empezar a buscar la solución en internet porque no quería ir al médico por mi problema… aunque sinceramente pensé que no me iba a poder ayudar.
Y aquí quiero que prestes mucha atención…
Porque según qué tipo de información encuentres en internet… tu problema puede volverse aún mucho PEOR
Eso mismo me sucedió a mí.
¿Qué cosas jamás debes hacer que pueden volverse en tu contra? Este tipo de cosas harán que tu esposa se aleje aún más de ti.
En internet encontré unos ejercicios que prometen controlar la eyaculación. Empecé a ponerlos en práctica todos los días. Y también mientras mantenía relaciones con Karen.
Sin embargo, no me funcionaron. Es más… creo que acentuaron el problema. Ya que estaba eyaculando cada vez más rápido.
No sé si apliqué mal los ejercicios. O realmente no sirven para nada. Lo único que sé con seguridad es que fue un completo DESASTRE.
«Esto es imposible. No hay solución para esto. Soy un idiota. Estoy fallando porque soy muy poco hombre».
Ese tipo de cosas pensaba cuando fracasaba en la cama y no podía satisfacer a mi esposa. Sí… me estaba volviendo un loco depresivo.
En fin…
Seguí buscando más información por internet. Y me topé con un anuncio que apareció en Google sobre pastillas contra la eyaculación precoz.
Como había un descuento por comprar 4 cajas (16 pastillas) por solo 79 dólares… aproveché la oferta y las compré.
Pero no era lo que esperaba. Las pastillas podían hacerme durar hasta 10 minutos. Pero debía interrumpir el acto sexual por unos minutos para controlar la eyaculación. No tenía sentido. Y además… las erecciones no eran normales, ya que no eran muy potentes.
Según parece… las pastillas te relajan tanto que hay momentos en que la erección quiere desaparecer.
En los anuncios también había visto que existen cremas retardantes. Pagué 51 dólares por una crema de esas. Pero me irritó un poco el pene y fue peor que las pastillas. Ni siquiera llegaba a los 10 minutos.
En total… tiré unos USD 130 dólares a la basura
Harto de usar productos que no servían… decidí informarme más sobre la eyaculación precoz y cómo se origina. Buscando este tipo de información en internet… me encontré con un curso digital.
Este curso promete atacar las causas del problema para curarse para siempre de la eyaculación precoz. Lo compré. Lo imprimí. Y lo leí en menos de un día. Y empecé a poner en práctica lo aprendido en el curso.
La primer noche que tuvimos sexo después de haber leído el curso… no me fue tan bien como yo esperaba. Aún me sentía inseguro. El miedo a fracasar me ponía muy nervioso. Y eso me jugaba en contra.
La ansiedad y el estrés del momento provocaba que se repitiera la misma historia una y otra vez.
“No puedo hacerlo. La he vuelto a decepcionar. Qué poca cosa que soy. Mi vida sexual es un desastre.”
Los malos pensamientos todavía seguían. Pero después de esa mala noche, medité sobre el asunto. Y me di cuenta que no estaba aplicando al 100% lo aprendido en el curso.
Estaba siendo vago. Si hubiera aplicado todo lo que el curso enseña… no hubiera durado tan poco y hubiera progresado en la cama.
Así que seguí los consejos del curso AL PIE DE LA LETRA. Y la próxima vez que tuve sexo con mi mujer pasó algo. Lo que sucedió esa noche fue pieza clave para curar la eyaculación precoz.
Es fundamental para que puedas empezar a tener relaciones sexuales sin parar toda la noche.
Para que puedas disfrutar del sexo y darle a tu pareja todo el placer que necesita para que llegue al orgasmo.
Lo que sucedió esa noche es que ya no tenía más miedo de tener relaciones con Karen, gracias al contenido del curso. Y eliminar el miedo de tu mente es lo primero que debes hacer si quieres durar 30 minutos en la cama.
El miedo no nos permite controlarnos. El miedo inunda nuestra mente con pensamientos negativos. Y esos pensamientos provocan que eyaculemos rápidamente.
Como fui capaz de eliminar el miedo, logré durar 10 minutos en la cama de forma contínua y sin interrupciones. Si bien todavía no había llegado a mi meta de los 30 minutos…
¡Fue un récord para mí!
Mi meta estaba cada vez más cerca. Seguí mejorando en la cama y Karen me lo hacía saber. Le gustaba que cada vez aguantara más.
Una noche, mis dos hijos se fueron a dormir a la casa de sus amigos. Así… Karen y yo tendríamos la noche para nosotros solos. Después de mirar la serie «Game of Thrones»… nos fuimos a nuestra habitación.
Allí… nos empezamos a besar muy apasionados. Metí la mano dentro de su blusa para acariciar su cálida espalda y su estómago.
Mientras nos seguimos besando, le ayudo a sacarse la blusa para quedarse con el torso desnudo. No llevaba sostén ese día.
Después de estar completamente sin ropa… yo me acuesto en la cama boca arriba. Ella se acerca a mí y comienza a besarme el cuello y después yo a ella. Después de besarnos, acariciarnos y quitarnos toda la ropa… me puse el condón.
Y mientras estoy tendido boca arriba, ella se sienta sobre mí y comienza a moverse en una forma tan sensual que casi logra que me excite y me haga perder el control.
Pero pude mantener la calma gracias a lo aprendido en el curso. Si no hubiese sido por eso… no hubiese soportado ese momento tan excitante.
Mis manos estaban agarradas firmemente en sus suaves nalgas. Y mientras ella se movía para arriba y para abajo…
… yo besaba sus senos y pasaba mis manos de sus nalgas a sus cálidos pechos para tocarlos y acariciarlos.
Estuvimos unos 15 minutos en esa posición. Y le dije de cambiar. Ahora me tocaba a mí.
En la posición del misionero (yo arriba de ella), seguimos haciendo el amor y sentía que ella lo estaba disfrutando.
Ella empezó lentamente a agitarse y sus manos sujetaban fuertemente mi espalda para acercar mi cuerpo cada vez más al de ella.
Podía sentir su respiración cada vez más fuerte a través de sus senos pegados a mi pecho.
Ya habían pasado 20 minutos y ella comenzó a gemir. Eso era algo que no esperaba y no sabes cómo me excitó. Cada vez gemía más fuerte y eso me excitaba mucho.
Empecé a sentir algo allí abajo. «Contrólate» me decía a mí mismo.
Pero estaba perdiendo el control. Ella cada vez gemía más fuerte.
«Es imposible controlarme» me dije. «Lo voy a echar a perder y no voy a llegar a los 30 minutos.»
Pero debía aguantar.
Entonces me concentré y apliqué lo aprendido en el curso. Casi eyaculo en ese momento. Pero con la técnica que apliqué pude calmarme rápidamente y seguir adelante.
Karen siguió gimiendo por unos 10 minutos más. Y yo – mirando el reloj que estaba cerca de la cama – me di cuenta que había logrado mi meta que tanto buscaba.
Habían pasado los 30 minutos y yo estaba todavía teniendo sexo con mi esposa. La emoción que sentí no puedo describirla.
Al haber logrado mi meta… empecé a moverme cada vez más rápido. Ya no seguí aplicando los consejos del curso. Dejé que sus gemidos cada vez más fuertes me excitaran.
Sabía que ella estaba teniendo orgasmos porque tenía los ojos entreabiertos y la boca abierta mientras jadeaba.
Los orgasmos le provocaban sacudidas y podía sentir sus pezones endurecidos en mi pecho y su corazón acelerado.
Y a los pocos minutos… eyaculé… dejando un placer dentro de mi cuerpo que no sentía hacía mucho tiempo.
El eyacular tan rápido nunca me permitió gozar del orgasmo. Ya había olvidado esa sensación.
Después de tener sexo durante 30 minutos con mi esposa, nos quedamos en la cama uno al lado del otro besándonos y acariciándonos.
Ella estaba mucho más que satisfecha. Se la veía feliz y más viva. Y me dijo: “Esto se tiene que repetir muchas otras noches”.
Después de haber tenido sexo por 30 minutos sin parar… mi vida dio un giro de 180 grados. Ya sabía lo que tenía que hacer para durar el tiempo que yo quería.
Actualmente no soy un súper actor porno ni nada de eso.
Pero ahora puedo hacer que mi esposa disfrute del sexo y llegue al orgasmo cada vez que hacemos el amor.
Ahora puedo tener sexo por más de 30 minutos y finalmente DISFRUTARLO. El sexo es ahora una experiencia completamente diferente para mí.
Meses atrás cuando estaba teniendo sexo nunca tuve el pensamiento: “Guau… esto se siente muy bien!”.
Estaba muy ocupado pensando: “Por Dios… no lo arruines”.
Ahora puedo concentrarme en darle placer a mi pareja y disfrutar la experiencia. Me siento seguro conmigo mismo y ella lo nota.
Gracias a este curso… ahora mi esposa está feliz con esta relación y pude salvar mi matrimonio.
Y estoy 100% seguro que cualquier hombre puede lograr esto si sigue los mismos pasos del curso.
No importa qué tan mala sea tu eyaculación precoz. No importa si duras menos de un minuto en la cama o si eyaculas antes de empezar a hacer el amor.
Si realmente quieres tener relaciones por 30 minutos con tu pareja… este curso te servirá y podrás vencer tu eyaculación precoz para siempre.
Haber superado este problema me hizo ver que hay muchos otros hombres que están pasando por lo mismo que yo pasé.
Muchos deben estar en la situación en la que yo estaba… Desesperados por encontrar una solución que realmente funcione para no eyacular tan rápido…
Desesperados por durar MUCHO más en la cama…
Disfrutar ese momento…
Y que también lo disfruten sus parejas. Pero sobre todo… que ellas puedan llegar al orgasmo.
Y todo eso sin productos inútiles como pastillas o cremas retardantes.
Por esa razón decidí escribir esto y ayudarte en este difícil e incómodo camino.
Para recomendarte el mismo curso que me ayudó a recuperar a mi esposa y salvar mi matrimonio.
Un curso que es muy fácil de entender. Y que puedes poner en práctica rápidamente y sin inconvenientes.
De esta forma podrás durar 30 minutos teniendo sexo con tu pareja sin interrupciones.
Y una vez que hayas dominado esos 30 minutos… podrás durar el tiempo que tú quieras.
Para tener orgasmos poderosos…
Para satisfacer a tu pareja como a ella más le gusta…
Para que empiece a verte como el hombre que toda mujer desearía tener en la cama…
Y todo comienza al visitar el siguiente enlace que ves aquí debajo:
Haz clic aquí para empezar a durar más tiempo en la cama
Te deseo el mejor de los éxitos,
Ariel Vega